CLOSED :)

Efectivamente como you are reading o como c***n se escriba, lo voi a cerrar este blog.
Nose...ultimamente apenais comentabais así i claro eso desmotiva mucho i los que realmente me leen, q io sepa, son mis amigas i pues a ellas
les puedo pasar los avances en un USB i ya, nose mas facil i secillo.
En todo caso, sie sq os gusta likee.... MOGOLLOOOON! pues entonces me podeis dejar vuestros
correos o mandame uno al mio:
sofiathenea95@hotmail.com

i asi os voi pasanod los avances, eso si os gusta mucho, cosa q no creo,
enfin.
BESOOOS=)

http://jamascambiariaporti.blogspot.com/

Mi nuevo blog-historia, yo creo que si os esta gustando este le podríais darle una oportunidad.
Por lo menos visitarlos por favor, que solo llevo el primer capitulo.
Y sinceramente me gustaría que al acabar un capitulo en esta historia comentaseis algo porque sino me da la sensación de que escribo para nadie.
Gracias.

Capitulo 23.

Asentí. Mi tía Helen, aunque dudaba seriamente de que fuésemos parientes, no se me acercó en ningún momento, ni hizo ninguna mención especial. Se limitó a dar la clase, ecuaciones químicas. No era por echarme flores, pero se me daba bastante bien asíque no presté mucha atención. Aunque hubiese querido, no hubiese podido, Brutus era tan alto que tapaba la mayoría de la pizarra.

Observaba cada movimiento de mi tía Helen. Actuaba con tal anturlidad que parecía que llevaba dando clase toda su vida. Al principio no lo entendí pero luego caí en la cuenta. Mi tía no era fotógrafa, como me había echo creer, cada vez que se iba era para dar clase, por eso apenas estaba en casa. Que ingenua había sido, Leslan y mi tía me habían mentido, el único que me había dicho la verdad era Khalil. Tenía que dejar de pensar en él, era lo único que hacía.

-…Entonces tenemos que poner un tres como coeficiente estequiométrico para que haya el mismo hidróxido de calcio en un lado y en otro-explicó la Tía Helen- Con esto terminamos por hoy. Terri, tú, quédate un momento.

Ojala no se hubiese dado cuenta de que no estaba prestando atención. Lo que menos necesitaba ahora era estar castigada.

-¿Qué tal vas en el Internado?-me preguntó.

-Me esta constando un poco acostumbrarme-admití sinceramente- pero por lo demás bien.

Ella recogió sus libros y juntas esperamos a que todos los alumnos se fuesen.

-¿Cómo vas con Khalil?-dijo señalando al fondo del pasillo donde él se encontraba.

-Bien pero a veces reñimos un poco.

-Ten paciencia, puede ser un poco conflictivo pero es buen muchacho aunque no lo quiera admitir.

Asentí, supongo que si ella decía que era un buen chico sería por algo, aunque conmigo jamás había mostrando esa faceta. Khalil me vio y comenzó a acercarse.

-Que sepas que sigo siendo tu tía, así que cualquier cosa puedes venir a hablar conmigo cuando quieras-me aconsejó- bueno, ya os dejo solos.

Se alejó y la miré sonriente. Puede que no me hubiese dicho toda la verdad, pero era mi tía y eso era lo que contaba. Khalil pasó a mi lado, sin saludarme ni mirarme. Le seguí. Mientras caminaba detrás suya me fijé en que llevaba el cinturón que me prestó el primer día. Supuse que había entrado en mi habitación y lo había cogido. Dormíamos en habitaciones distintas pero tenían una puerta que nos unía por si me pasaba algo.

Capitulo 22.

Levanté la cabeza y me encontré con Brutus, el chico que me había recogido el cuarto. Le saludé con una sonrisa y él señaló la mesa donde estaba sentada.

-Es mi sitio-dijo.

Me levanté enseguida y me quedé en medio de la clase de pie. Todavía faltaba gente asíque quedaban asientos libre pero no sabía cuales estaban ocupados y cuales no.

-Este de atrás-dijo Brutus señalando el asiento de detrás suya-está libre.

-Gracias-dije mientras me sentaba.

Brutus se giró y me miró.

-Una semana interesante ¿eh?

-Ni te lo imaginas.

-Tranquila-me consoló- todos hemos pasado por esto y al final terminas acostumbrándote.

Brutus era bastante majo. Primero me compró ropa nueva y para ser un chico tenía bastante buen gusto y ahora se preocupaba por mi semana. Ya podía ser así Khalil, pero no, él era frío, distinte, egocéntrico y borde. Se creía que todo giraba entorno a él. Aunque poco a poco me iba acostumbrando al carácter de Khalil, para ello solo había que no tomarse a pecho todo lo que decía.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?-le pregunté.

-Este es mi quinto año-dijo orgullosamente.

Parecía que Brutus y yo podríamos ser buenos amigos. Él parecía tener los pies en la Tierra y no ser el típico que se dejaba llevar por el resto, que solo pensaba en lo que el resto decía pero me equivoqué. Cuando la mayoría de los alumnos se sentaron, entró por la muerta una morena que dejó sin aliento a todos los chicos. Se sentó al lado de Brutus y, literalmente, se lo comió a besos. Más que amor, aquello parecía exhibicionismo. Si La Morena quería dejar claro que Brutus era suyo, lo hizo. Los chicos la miraban con deseo, las chicas con odio. Cuando dejaron de montar el espectáculo, Brutus se giró y me la presentó:

-Es Chanel, mi novia.

<<Fíjate, no me había dado cuenta de ello>> Chanel me echó una mirada de superioridad que me hizo sentir insignificante. Tenía la sensación de que tampoco le caía muy bien.

Cinco minutos más tarde entró la profesora, hasta que no me miró a los ojos no la reconocí. Era mi tía Helen, ella era mi profesora de química. Ahora entendía la gracia que se había pegado Khalil.

-Tía Helen…-dije en un susurro apenas audible.

-¿La conoces?-preguntó Brutus.

Capitulo 21.

-¿Tenéis servicio de habitaciones?-pregunté desconcertada.

-No-dijo rotundamente.

Derepente salió del baño un chico rubio. Le miré sin entender anda, ¿era él queien me había organizado todo esto?

-Entupido fuera de aquí-dijo Khalil.

El chico rubio se acercó a mi, sin hacer caso a Khalil. Cuando se acercó lo suficiente, me di cuenta de que tenía tatuado 2 líneas negras debajo de sus ojos verdes. Era un Serc. Se presentó como Brutus al tiempo que alargaba la mano para saludarme. Dude un minuto en dársela pero luego recordé que los Sercs solo te mataban tocándote mucho.

-Terri Chaverry-dije estrechándole la mano- ¿Has hecho tu todo eso?

-Sí,¿te gusta?-asentí- No sabia como organizarte la ropa…

-Que te vayas-dijo Khalil.

Brutus se giró y miró directamente a Khalil. Los dos tenían una expresión seria, de tensión. Hubo un momento incomodo de silencio. Gracias al cielo, Brutus rompió el silencio, aunque lo que dijo no hizo que las cosas mejoraran mucho:

-Me iré si ella quiere que me vaya.

Los dos se giraron y observaron mi reacción. ¿Qué se suponía que tenía que decir? Si decía que no me importaba que Brutus se quedara, Khalil se iría y viceversa. O me quedaba con mi guardaespaldas borde o con un chico que me había arreglado el cuarto y no conocía de nada. Decidí la opción mas fácil aunque también la mas cobarde.

-Prefiero estar sola.

Los dos se fueron a regañadientes. Estando sola, abrí todos los cajones. Había de todo, parte era ropa mía y otra era completamente nueva, incluso un uniforme nuevo que parecía de mi talla. Lo que mas me sorprendió fue el cajón lleno de chocolates, había tabletas y tabletas. Cogí una tableta al azar y me metí en la bañera. No salí en toda la tarde.

Me dirigí junto a Khalil a la última clase del día, química, que por suerte era algo que se me daba bien. El resto de clases habían sido desastrosas. Khalil me había acompañado a todas y, aunque era un poco estresante tener a alguien detrás todo el rato, lo agradecí pues no tenía ni idea de donde se daban las clases.

-¿Sabe mi tía Helen que estoy aquí?-pregunté de repente.

-Sí-se alejó riendo al gimnasio.

No sabía que le encontraba de gracioso a la pregunta. Quizás mi tía estaba preocupada en casa mientras que yo estaba dando química en un instituto dejado de la mano de Dios.

-Hola-dijo alguien amablemente.

Capitulo 20.

Khalil me enseñó los alrededores. Lo primero que vimos fue el bosque, o más concretamente, el principio del inmenso bosque que cubría el internado entero. Iba a resultar complicado buscar a Leslan dentro de tres días entre tantos árboles. Anduvimos un poco más y nos encontramos con un lago. Era precioso, con un agua cristalina que embobaba. Volvimos al internado y Khalil me enseño el gimnasio.

-Aquí es donde nos entrenan a los guardaespaldas.

Deli y James estabas haciendo pruebas físicas. Corrían de un lado a otro, saltaban vallas, subían cuerdas, aunque de vez en cuando se paraban y se besaban. Quedaba bien claro que estaban enamorados. Khalil se acercó a Sam, que estaba sentada en un banco. Supongo que le preguntó que tal estaba pues ella se levantó la camiseta por el costado y le enseñó a Khalil la venda que le cubría todo el costado. Él le puso la mano en la pierna, consolándola. ¿Estaban saliendo? Bueno, la verdad es que pegaban como pareja. Él era bobo y ella sosa.

Khalil se levantó y volvió a la entrada donde yo me encontraba. Nos dirigimos en silencio al interior del internado. Sin haberme dado cuenta se había pasado la mañana.

-¿Por qué necesito guardaespaldas?- pregunté mientras subíamos las escaleras. Le costó responder. Supongo que se estaba planteando decirme la verdad o no. Al final contestó con plena confianza:

-No losé. Por cierto, no me va la pederastia-dijo seriamente.

-¿Qué?- no sabía a que se refería.

-Con Sam, antes. Nos has mirado…-se rió- No me va la pederastia, solo eso.

¿Tan transparente era que todo lo que pensaba lo descubría?

-Sam tiene 16 y yo 19.

-Me da igual que salgas con Sam o no-dije pasivamente.

-Todas las chicas se mueren por mi y tu no vas a ser una excepción.

Khalil tenia la autoestima muy alta, eso había quedado claro. Pero nos conocíamos desde hacía pocos días, ¿Cómo me iba a morir de amor por él? Entramos en mi habitación y todo estaba perfecto. LA cama estaba hecha y al mirar en los cajones encontré ropa, mi ropa.

-¿Tenéis servicio de habitaciones?-pregunté desconcertada.

Hola de nuevo(:

Siento haber dejado la historia aparcada pero no he tenido tiempo.
LA verdad esque en vernao teniapensado escribir mucho i casi temrinar el libro pero hubo unos problemillas i lo deje de lado. Que sepais que tengo mucho escrito pero en un cuaderno i me da mucha pereza paasrlo al prdenador peor cuendo pueda lo haré, i sobretodo dar las gracia a las apersonas q me siguen i q me leen :D

Capitulo 19.

-¿Qué es un alas Blancas y un Alas Negras? ¿Y un Batlos? ¿Por qué Sam al tomarse la Drogadora se recuperó?- contraataqué con mas preguntas.

Khalil se recostó en la silla y por primera vez me miró a los ojos.

-Lo primero que debes saber es que todos los que te rodean son ángeles, unos buenos y otros malos. Los Alas Blancas son los ángeles buenos que tienen las alas blancas y los Alas Negras con malos, pero en este instituto solo hay Alas Blancas.

-¿Yo soy un Alas Blancas?-pregunté incrédula.

-Eso esperamos. Todavía no te han salido las alas así que no se sane. Los dolores en los omoplatos los causan las alas.

Asentí, la verdad es que me lo explicaba todo tan detallado que empecé a creer en la posibilidad de ser un ángel. Jamás hubiese pensado que las criaturas mitológicas existiesen y menos que yo fuese una de ellas, pero últimamente pasaban cosas muy raras.

-Un Batlos-continuo Khalil interrumpiendo mis pensamientos- es un humano descendiente de un Alas Negras. Al ser humanos no tiene alas pero ha heredado los poderes. Un Batlos puede matar con las manos. ¿Sabes cuando te salen moratones y no recuerdas como te lo has hecho?- asentí- es porque un Batlos te ha tocado, si te toca mucho tiempo te mata.

Lo explicó con tal naturalidad que asustaba. A mí siempre me habían salido moratones inexplicablemente pero no les daba importancia, ahora eso había cambiado. Me fije en que Khalil tenía los brazos llenos de moratones. Le mire buscando una explicación y el asintió:

-Me lo  hizo ayer un Batlos. Fue un movimiento erróneo por su parte, ahora esta muerto.

Vale, rebobinemos un momento. Mi mejor amiga había desaparecido, veía a mi hermana muerta, estaba en un Internado rodeada de ángeles, yo era uno de ellos, aunque no se sabía si buena o mala. Además tenía que convivir las 24 horas del día con un guardaespaldas que me odiaba y le gustaba matar bichos raros. Y por si fuera poco, había humanos cuyo único hobbie era hacer sufrir a la gente. Perfecto, mi grado de locura había ascendido unos cuantos niveles.

-¿Hay Batlos descendientes de Alas Blancas?-pregunté.

-Sí, los Sercs. Estos no hacen moratones, ellos te curan. Imagínate que te has roto un hueso-explicó- los Sercs no te curan el hueso, echan el tiempo hacia atrás, antes del accidente. Si te tocan mucho también te mueres.

¿Cómo iba yo a saber a quien tocar ahora? Si tocaba a un Batlos moría dolorosamente, si tocaba a un Serc moría rejuveneciendo, ¿había alguna posibilidad de vivir? Khalil pareció ver el desconcierto en mi cara por lo que añadió:

-Casi se han extinguido los Batlos y los Sercs. Pero los que quedan son fácilmente reconocibles. Los Batlos tienen dos rayas negras encima de las cejas y los Sercs debajo de los ojos. Se los tatúan cuando son pequeños.

-¿Y que es una Drogadora?

Dudó antes de contestar.

-Eso es mejor que se lo preguntes a Kyle, mañana te lo presentaré. Bueno, Barbie, vamos a ver el resto del Internado.

Capitulo 18

Qué vergüenza; con él nunca acertaba. Le seguí por el internad. No sabía por donde ni a donde íbamos, pero los pasillos eran preciosos. Todo en el interior simulaba un castillo medieval. Si la gente se vistiese de época, me hubiese creído que estábamos en otra, pero por allí no había nadie.

-¿Porqué no hay nadie aquí?-le pregunté.

-Han sido desalojados-contestó seriamente- Recibimos una amenaza de los Alas Negras y por sus seguridad los alumnos se fueron.

-¿Qué es un Alas Negras?

Se rió como si le hiciese gracia el simple hecho de preguntarlo. Para él parecía obvio lo que era, pero para mí las palabras Alas Negras, Alas Blancas, Blatos o drogadoras no significaban nada. Khalil siguió caminando, aparentando no haber oído mi pregunta. Bajamos, por lo menos, tres pisos y luego llegamos a lo que parecía la planta principal, pues allí se encontraba la puerta por la que había entrado al internado la noche anterior.

-Buenos días, Director-saludó Khalil a un hombre bajito, regordete y serio que, al parecer, era el director del centro.

-Hola Khalil, Terri-nos saludó- soy el Director Spencer. Tengo mucho trabajo, pero quería darte la bienvenida al Internado Gester y desearte que te sientas como en casa. Veo que ya conoces a Khalil así que las presentaciones son innecesarias- conocer no se si era la palabra que yo hubiese escogido- Será tu guardaespaldas durante tu estancia en el centro.

Con la noticia de que el Señor Ego y yo íbamos a pasar mucho tiempo juntos, se fue. Nos dejo en medio de la entrada a solas.

<<Vamos a desayunar>> dijo Khalil. El comedor era grande, había muchas mesas, todas ellas redondas y 6 puestos llenos de comida. Estaban distribuidos de tal manera que todas las mesas tenían uno cerca. En los puestos había de todo: bollos, cereales, galletas, fruta, zumos, leche… Khalil cogió un plato y comenzó a servirse, yo hice lo mismo en silencio. Cuando él terminó de poner comida en su plato se sentó en la mesa más cercana, yo continúe echándome comida, apenas había llenado mi bol de cereales. Terminé y me senté enfrente suya, pero no reparó en mi presencia. Me fijé en como comía y me hizo gracia pues me recordaba a Leslan.

-¿Qué quieres saber?-pregunto rompiendo el silencio.

-¿Dónde estamos?

-Instituto Gester, Tosc. Una isla perdida en el culo del mundo, no sale en mapas-contesto mirándose las uñas- Solo se puede acceder através de portales. Y sí, el baño del hospital es uno.

<<Respira hondo, Terri, vas a pasar mucho tiempo con él>> me dije. Desde que le había conocido no había sido amable conmigo ni un minuto. Si le preguntaba algo siempre o se miraba las uñas o se retocaba el pelo, como si pasase de todo, como si yo le hubiese echo algo.

Lo siento

Sorri, mañana me voi de vacaciones a menorca i no puedo continuar con la histoeria
asíque hasta el 15 de julio va a aver un aprón, ya teng cosas pensadas i todo asique espero no defraudarlas con la historia.
Solo una preguntita...esque no me aclaro si va rapido o lento la historia... Me gustaria que en estos dia que no voi a estar aquí me dijeseis si igual pondríais algo, cambaríais algo, o introduccir un eprsonaje, que s empiece a ver amor o lo que sea.
Gracias a todos loq ue me apoyan i me sgien i leen la historia, cuando vuelvan pondré un rpemio porque se lo mereceeen(:

He pensado...

Noséé si lo llevaré a cabo, igual se me queda en una simple idea i ya pero bueno...
tengo una cuatro blog que apensa cuenta con cuatro seguidores i que igual lo transformo para poner...
como prólogos de historias que se me ocurran en la cabeza, que tengo muchos, muchos, i así si alguno les gusta mucho, mucho mucho pues continuaar(:
Totaqal en verano hai tiempo para todoo(=
uchas gracias por contestar al questionario, se los agradezco mucho enserio!
en cuanto pueda les haré un regalito a las personas qe de verdad me sigen en el blog leyendo simepre  i comentanto, sois increibles(:

Questionarioo(:

Buueno...sé que todavía no e acabado el libro ni nada pero derrepente, mientras escribo esta historia se me vienen otras a la mente.
Creo que ya tengo una bien clara enla cabeza como para escribir otra historia totalemtne disianta, aunque obviamente terminaré primero esta pero me gustaría que me indicaseis un poco como os gustan los libros:

1--> ¿Fantasía o realidad?
2-->¿Toda la historia contada por un mismo protagonista o alternando chico-chica?
3-->Ahora les doi unos prototipos i aver con cual se quedan:
-La Marginada de la escuela que terminar con el más popular.
-La más popular que acaba con el chico malo.
-La pobre que se enamora del rico.
-La luchadora que ha sufrido i no cree en el amor i luego se enamora.
-La chica que huye de su pasado i leugo se enamora de un chico q tiene que ver con su pasado.
-La chica que esta en una banda callejera y se enamora del chico de la banda rival.
4-->¿Escrito en pasado o en presente?
5-->¿Nombrees españoles o extranjeros?

Mil graciias por contestaar, sino tenis tiempo ponerlo enla Cbox i ya (:

Capitulo 17

Deli optó por empujarme más fuerte pero esta vez me moví. Estaba en estado de shock. ¿Por qué Leslan iba a tardar tres días en venir? ¿Por qué me habían mentido? De momento no iba a hacer ninguna pregunta, les iba a seguir el rollo y a descubrir más cosas y luego ya se las preguntaría a Khalil, el señor Todopoderoso-que-guay-soy.

Corrimos apenas cinco minutos hasta entrar en el internado, que estaba completamente vació. Era raro, normalmente estaban llenos pero en este no se oía nada a excepción de nuestros jadeos.

-¿Dónde esta todo el mundo?-pregunté.

-A la mayoría los han desalojado, pero quedan unos pocos que están durmiendo.

Miré el reloj, las seis de la madrugada. Estaba agotada. Estaba acostumbrada a hacer ejercicio pero nunca tanto ni bajo tanta presión.

-Te acompañaré a tu habitación-me dijo Deli.

La seguí sin habla. Pasamos a lo largo de puertas, pasillos, ventanales, hasta que se paró delante de una puerta. Estaba situada enfrente de las escaleras. Deli me indicó que esa era mi habitación, la 208. Para encontrarla seguramente me perdería ya que aquel internado era inmenso. Entré en mi nueva habitación. Era bastante amplia, tenía mi propio baño, una mesa de estudio cerca de la puerta y a su lado una cama en la que fácilmente entraban dos personas y loo que más me gustaba, una ventana gigantesca desde la que se veía el bosque. Me tumbé len la cama y al instante caí en los brazos de Morfeo.

Gruñí. No me apetecía levantarme. No sabía quien me estaba zarandeando los hombros pero por su bien que parase. <<Dé jame>> le espeté. Él se rió y desgraciadamente reconocí su risa. Khalil. ¿Se podía saber que hacia en mi cuarto? Me tape la cara con la almohada en un intento de que entendiese que no me apetecía levantarme; no se dio cuenta. Me estaba hartando, si había algo que realmente me molestaba era que me levantasen de esas formas por la mañana. Volví a gruñir y esta vez, milagrosamente, se paró. Estaba volviendo a coger el sueño cuando noté una respiración en mi oído y a continuación un grito:

-¡Despierta!

No era mi intención, pero el grito me pilló desprevenida y me asusté, levantando los brazos alocadamente y golpeando a Khalil en la cara. Me incorporé rápidamente y le miré. Se masajeaba la mejilla que le acababa de golpear.

-Yo…-intenté disculparme pero no me dejó terminar.

-Tienes cinco minutos para cambiarte de ropa, te espero en la puerta.

Ahora si que me odiaba oficialmente. Pero ¿Qué le había hecho yo? Vale, sí, le había golpeado pero él no me soportaba desde el primer momento que me vio. Para que luego dijeran que las mujeres arameos complicadas… Khalil había dicho que me vistiera pero, ¿con qué? Aquí no tenía nada, ni ropa, ni libros, ni siquiera tenía cepillo de dientes. Que asco, por lo menos llevaba dos días sin ducharme y haciendo ejercicio continua, corriendo de un lado para otro.  Esto era repugnante. Aduras penas me puse el uniforme, por lo menos, era dos tallas más grande de la que solía usar. El polo blanco y el jersey azul eran enormes, pero por lo menos no se me hacían como la falda. Esa maldita falda negra era gigantesca. Sujetándomela, me miré en el espejo del baño. Tenía un aspecto lamentable, la ropa me iba grande, llevaba el pelo sucio atado en una coleta. Salí de mi habitación y la cara de Khalil corroboró la idea de que iba horrible. Extendí la mano y con el tono más amable que pude le dije:

-Dame tu cinturón- He de reconocer que muy amable no soné.

-a ver Barbie, si llevo cinturón es porque los pantalones me quedan grandes, si me lo quito se me caen.

<<¿Me acababa de llamar Barbie?>>

-Si me hubiesen traído un uniforme de mi talla, no tendríamos este problema-contesté.

Refunfuñando se quitó el cinturón. Mientras me lo ponía en la falta, me fijé e el pantalón de Khalil. Tampoco lo quedaba tan grande, quizás le quedaba un poco más holgado por el culo… Por favor, le estaba mirando el culo a un tío que decía se un angel…

-Sí has terminado de examinarme, vamos abajo-sugirió Khalil.

Capitulo 16

-No mires a tras Terri-me susurró mientras abría la puerta-¡Corre!

Empecé a correr desorientada, por suerte estaba cogida de la mano de Deli. Hacía dos minutos estábamos en la fabrica y ahora….Estábamos en medio de un bosque corriendo hacia un internado que daba miedo. Era enorme y extremadamente viejo. Parecía que en cualquier momento se iba a caer. Cada poco Deli me animaba a seguir corriendo, lo cual me ponía muy nerviosa porque si me lo proponía podía ganarle corriendo. Estábamos dejando a tras al resto, que estaban luchando, cuando escuché la voz de Melody:

-No la escuches Terri. Él no esta en el internado.

Me paré en seco y le pregunté a Deli si lo había escuchado pero ella negó con la cabeza. ¿Solo la podía oír y ver yo? A pesar de los intentos de Deli por empujar y hacerme correr, permanecí quieta. Busqué en el bosque a Melody pero no la veía.

-Cuando entres en el internado no confíes en nadie más que en ti.

Una gota de agua se estampó contra mi hombro. Miré hacia arriba y ahí estaba Melody, sentada en un árbol, empapada de agua. Movía las piernas de un lado hacía otro como una niña pequeña balanceándose en lo alto de un árbol.

-¿Quién no esta en el internado?-le pregunté- ¿Por qué solo tengo que confiar en mí?

Deli estaba alucinando. Miraba para arriba y no veía nada, intentaba escuchar y tampoco. Genial otra persona más que pensaba que estaba loca. Me preguntó con quien hablaba pero no le contesté, solamente le prestaba atención a mi hermana.

-En tres días aparecerá Leslan en el bosque. Búscalo a medianoche-y se esfumó.

Deli optó por empujarme más fuerte pero esta vez me moví. Estaba en estado de shock. ¿Por qué Leslan iba a tardar tres días en venir? ¿Por qué me habían mentido? De momento no iba a hacer ninguna pregunta, les iba a seguir el rollo y a descubrir más cosas y luego ya se las preguntaría a Khalil, el señor Todopoderoso-que-guay-soy.

Corrimos apenas cinco minutos hasta entrar en el internado, que estaba completamente vació. Era raro, normalmente estaban llenos pero en este no se oía nada a excepción de nuestros jadeos.

PD: se que es corto pero el lo ultimo q e ecrito i como en una semanica no em voi a meter pues... JaJaJa igual a la noche continuo con als egunda apre del cpaitulo 16 (:

Capitulo 15

-Si no te callas nos van a encontrar-dijo enfadado.

-No me voy a ir sin Leslan, no le voy a dejar solo.

-Leslan va a estar bien-me prometió.

No le creí. Leslan no estaba bien, ¿Cómo iba a estarlo? Si tres personar se van a algún lugar, tienen que regresar las tres, sino significa que algo ha salido mal.

-Teri, sino entras en la fabrica enseguida te voy a llevar yo.

-Inténtalo-le reté.

Estaba convencida de que no sería capaz de obligarme a entrar e la fabrica, pero cuando se empezó a mover me di cuenta de que me había equivocado. Sin muchas ganas caminé, no necesitaba niñera para llegar a la dichosa fábrica. Al entrar me di cuenta de que James no paraba de hablar nerviosamente a través de un walkie talkie y de que Deli estaba arrodillada al lado de Sam, curándole la herida del costado.

-Khalil-dijo James- Al cruzar al puerta nos están esperando diez Alas Negras y dos Batlos.

No tenía ni idea de que eran los Alas Negras ni los Batlos pero por a cara que puso Khalil, el ángel, no eran nada bueno. Empezaron a hablar de estrategias, de cómo salir, pero éramos muy pocos. Sam estaba herida, Deli parecía drogada, James con su tic nervioso de frotarse las manos, Khalil que parecía ser le único medio normal, Leslan desaparecido y yo desorientada. Sí, oficialmente, teníamos todas las de perder.

-¡Deli!-gritó Khalil- Dale una drogadora a Sam, la necesitamos.

Tampoco sabia lo que era una drogadora; la verdad, me sentía muy perdida en la conversación. Al parecer Khalil vio mi cara ya añadió:

-Ahora no tenemos tiempo pero cuando estemos en el internado te contestaré gustosamente a tus estúpidas preguntas-se mofó

¿Qué le había echo yo a este chico para que me hablara así? Quise contestarle cuatro cosas bien dichas pero los gritos de James me hicieron callar.

-¡Escuchad! Sam, Khalil y yo nos quedaremos luchando con los Alas negras y los Batlos, tú Deli acompaña a Terri al internado y no dejes que se le vean los ojos.

¿Mis ojos? ¿Qué más daban mis ojos? Por suerte siempre llevaba un espejo encima, al haber estado en el equipo de animadoras siempre tenías que estar perfecta. Me miré los ojos y ahogué un grito. No tenía pupilas, tenía los ojos completamente negros.‘Muy bien-pensé- mantengamos la calma’ Seguro que Khalil también tenía una maravillosa explicación para mi cambio de ojos.

Deli me agarró de la mano y me empezó a conducir hacia la puerta trasera de la fábrica. Yo no pensaba ir y parecía que todavía no se habían dado cuenta.

-Deli, no me voy a ir.

-Leslan esta en el internado-aseguró.

Bien ahora sí que tenía un motivo para correr hacía el internado. Antes de empezar a correr me fijé en el resto. Sam parecía haber recobrado la vida, se movía con agilidad y no parecía sufrir daño, James iba armado hasta tal punto que se había metido granadas en los calcetines y Khalil me miraba por encima del hombro mientras masticaba chicle ruidosamente. Quise preguntarle si tenía algún problema pero el grito de Deli me calló otra vez, ¿es que no me iban a dejar contestarle al chulo de Khalil nunca?

-No mires a tras Terri-me susurró mientras abría la puerta-¡Corre!

Capitulo 14

Deli se sentó al lado mía y así nos quedamos un buen rato, sumergidos en un incomodo silencio. Pasaba el rato y ni Leslan ni el ángel ni la chica morena regresaban. La verdad solo me importaba Leslan y la preocupación aumentaba conforme pasaba el rato. Al final decidí romper el silencio:

-¿Porqué no has dejado que el otro chaval me contestara?-le pregunté a James.

-Estaba empezando a tocarte-se excusó.

-¿No podías haber esperado cinco minutos?

-¿Y dejar que te matara?-me preguntó un poco tenso.

-¡No me iba a matar!-le grité.

Sabía que no se merecía que le gritase pues me había salvado la vida pero estaba de los nervios. Deli me puso la mano en la rodilla y susurró:

-Solo queremos lo mejor para ti.

¿Lo mejor? Pero si ni me conocían. Esto era demasiado. Me levanté y  me dirigí a la ventana más cercana. Busqué a Leslan pero no había ni un alma en las calles. Seguía pasando el tiempo y no aparecía nadie. Me acerqué a James y a Deli.

-¿Dónde están? ¿Por qué tardan tanto?

-Han herido a Sam-dijo Deli.

Y como por arte de magia el ángel y la chica morena aparecieron en la entrada de la fábrica abandonada. El ángel la sostenía en sus brazos mientras ella se retorcía de dolor. Pero, ¿Dónde estaba Leslan? Me moví por toda la fábrica mientras James y Deli se ocupaban de la chica. No estaba. Le llamé y no me respondió. Le pregunté al ángel donde habían dejado a Leslan pero él simplemente me dijo que lo han perdido de  vista y que no sabían donde podía estar. Salí de la fábrica y le empecé a buscar. No sabía por donde mirar pues no conocía el lugar. Volví a llamarle y en vez de oír a Leslan me contestó el ángel.

-Si no te callas nos van a encontrar-dijo enfadado.

-No me voy a ir sin Leslan, no le voy a dejar solo.

PD: les dejo este poqito porq no tengo ams escrit i voi a estar un poco laida cone xamenes asiq peude q me cueste subir entradaas(:

Si tienen alguna pregunta olo que sea diganmela i se las responderá con gustooo(:

Capitulo 13

-¿Qué?-dije

La furgoneta se detubo. Los tres me miraban asombrados y eso no me gustaba. ¿Qué me pasaba? ¿Que estaba pasando? El blanquito de los dos chavales que me acompañaban estiró su brazo y entre cruzó sus dedos con mi pelo mientre repetia una y otra vez: <<Eres tú>>

-¿Quien soy yo?-le pregunté. Ahora nada tenía sentido.
-Tú...tú eres...

Pero no le dio tiempo a terminar la frase porque su compañero, el chavalnegro con una bandada gris con dibujos negros, gritó a pleno pulmón: <<¡Ahora!>> Todo pasó muy rápido. La puerta del conductor se abrió y una chica morena le propinó un puñetazo al conductor dejandolo inconsceinte o muerto. La chica comenzó a desalmarlo mientras la puerta trasera de la furgoneta se abrió de golpe y lo que vi me dejó sin palabras. Vestidos de negro, con bandadas blancas en la cabeza y armados aparecieron Leslan, el´ángel y una chcia rubia que no paraba de sonreir. Dios mio ¿estaba sonriendo en esta situacion? Esta muchacha esta loca.

-¡James! ¡Sacala de aqui!-gritó Leslans acandome de mis pensamientos.

El chico negro se lenvantó y me cogió de la mano dispuesto a sacarme de la furgoneta a la vez que Leslan y el ángel se ocupaban del otro chico. Yo me opuse a salir de esa furgoneta y dejar a Leslan solo peleando.

-Terri-dijo la chica rubia, lentamente. si te quedas, Leslan se va a desconcentrar y seguraemtne salga herido, pero si te vienes son nosotras en poco tiempo estarás con él.

Sincermaente no me tranquilizó nada pero le hize caso y cogida de la mano del chico nos fuimos los tres corriendo. Cada poco miraba hacia a trás y no me gustaba lo qeu veía. Estaban viniendo más gente a atacar a Leslan y al resto. Recorrimos dos calles y llegamos a una fabrica abandonada. En cuanto entramos le solté la mano, me cruzé de brazos pues tenía frio y me senté en una caja de madera. Enseguida James  y la chica rubia empezaron a hablar. Ella le preguntaba si él estaba bien , si le habían echo daño y él le respondía que estaba bien pero que le había costado infiltrarse. ¿en donde? Eso ya no lo dijeron. Él sustituyó la bandada gris con dibujos negros por la que el resto de chicos llevaban, una blanca. Parecían una banda callejera y hubiesen dado miedo sino fuese por la chica rubia que no paraba de sonreir.
Ambos empezaron a besarse en mis narices. Increible. Tosí forzadamente pero no parecieron oirme.

-Perdonad....-dije.
-Lo siento-dijo como disculpandose por haberse olvidado de repente de mi- Soy James Backus-y alargó su mano. Se la estreché- Y ella es Deborah Lima.

La chica comenzó a acercarse y cuando estaba enfrente mia me abrazó, me dio un beso en la mejilla y añadió:

-Aunque me puedes llamar Deli.

capitulo 12

No lo hize. Me quedé sentada en el banco enfrente del hospital. No me quería ir, quería solucionar las cosas. Si encontraba a mis padres y vengaba la muerte de mi hermana, quizás podríamos seguir siendo una familia normal. Si me quedaba, salvaría a Leslan de aquello que lo atormentaba. Si me quedaba, igual me rearmitirían en el grupo de las animadoras. Si me quedaba, quizás el tío que se hacía pasar por mi ángel me dejaría en paz. Si me quedaba, podría encontrar alguna respuesta al intento de suicidio no deseado. Tenía más razones para quedarme que por las que huir.

-No te puedo acompañar a casa-dijo Leslan- Solo te diré que estas en peligro y nos tenemos que marchar.

¿Qué estaba en peligro? Tenía gracia que te lo advirtieran después de casi suicidarte. De todas formas me levanté. No iba a ir a casa pero si Leslan me veía andando igual pensaba que iba a casa.
Pasada medianoche, apenas había nadie por las calles. Deambulaba entre callejuelas oscuras que jamás había visto. Estaba oscuro, muy oscuro, apenas veía nada y me había perdido. Perfecto.
Oí pasos; no eran muchos pero si como si fuesen un grupito de tres o cuatro personas. Me dieron igual hasta que empezaron a gritar:

-¡Ahí está! ¡Correr! ¡Tenemos a un Alas Blancas!

Estaba claro que era por mí pues no había nadie más en toda la acera. Me quedé quieta, pertificada, no sabía que hacer. cuando se acercaron pude distinguir  sus siluetas, eran tres. Eran muy musculosos y parecían torres andantes. No tenía nada que hacer contra ellos.

-Si te portas bien no te pasará nada.

<<Sí claro, y si me tiro por una ventana volaré>> pensé. Me pusieron un saco en la cabeza, tapandome. comencé a gritar. Llamé a Leslna, pedía ayuda, socorro, incluso llame al ángel. Tenía miedo, no sabía a donde me llamaban. Supuse que esto era a lo que se refería Leslan con lo de que estaba en peligro.

-Un Alas Blancas-no paraba de repetir uno-tenemos a un Alas Blancas.

¿Un Alas Blancas? ¿Qué era eso? Yo era humana o eso creía. <<...Y después quedate en shock como hacen todos los humanos. O la criatura que seas>> El chico que decía ser mi ángel me lo había dicho. me había insinuado que noe ra humana, pero eso era imposible, no existían los seres magicos. Eran eso magicos, mitos, leyendas, mentiras...
Sin que me dieran tiempo uno de los tipos me quitó la capucha. Eran dos tíos poco mayores que yo, el tercero estaba conduciendo la camioneta. Uno de mis ''acompañantes'' era negro y no paraba de frotarse las manos, parecía nervioso. El otro en cambio parecía contento y relajado.
Sin enbargo los dos cambiaron de cara. El chico negro tenía cara de horror y el otro parecía mas contento que nunca. Los dos habían camibado sus caras cuando me vieron. Nadie dijo nada en lo que ami me pareció una eternidad hasta que el tercer chico miró por el retrovisor y susurró:

-Dios mío...

Capitulo 11

Corrí, ultimamente era lo único que hacía. No quería estar cerca de alguien que se ahcia llama mi angel, que me decía que tenía que ir a un internado. Yo me iba a quedar en mi casa, el mejor lugar para investigar la muerte de mi hermana.
Cada poco tiempo giraba la cabeza y aquel chico segía en la misma posición, cada vez se ahcia mas pequeño pero me seguía mirando. Estaba de pie, parada entre tanta gente que pasaba al lado suya. Daba miedo.
Enseguida llegé al hospital. Había dejado a Leslan solo en él i me sentía mal. Sus padres no sabían nada d3e lo que le habia pasado, me habia echo prometerle que no se lo diría a nadie, que yo cuidaría de él. Me nuda amiga era sino podia soportar una promesa...
Entré despacio en el hospital ,ahía no se podia correr i ademas ya había dejado a trás al angel. Me acerqué a recepcion a pedir el pase para verle pero cuando le dije el nombre a la recepcionista me dijo que no había ningun Leslan Wood ingresado. Eso era imposible yo había estado ahía ahcia media hora i estaba sedado era imposible que se pudiese haber escapado. cuando iba a volver a preguntarle a la recepcionista me llegó un mensaje al movil:

Terri, sal del hospital, te espero afuera. Leslan.

Salí del hospital, le busqué i no le ví. Habia anochecido i el cuerpo no me daba para más. Me senté en el banco mas cercano. Era mas de lo que podia soportar, me había intentado suicidar. En verdad yo no quería. tenía muchas cosas que hacer antes de morir. no sabía lo que me había pasado epro yo no era esa, era como si me hubiesen poseíado con pensamienos suicidas. <Madre mía, estoy echa un desastre>

-Pst, Terri.
-¿Leslan?
Me giré i no le ví, no sabía de donde procedía la voz pero ssabía perfectemante que era él.
-Escuchame, vete a tu casa, coje lo básico en una maleta i esperame en casa. Haz exactamente lo que te digo.
-¿Porqué?- pregunté. Estaba harta de hacer cosas sin saber que sería de mi.
-Tú, hazlo.

capitulo...siguiente.

Me quedé aluciando. ¿En serio este tio se creia que podia interrumpir en mi diciendome que era mi angel i que ahora mismo él podiateletrsnportase? ¡Já! Me reí en su cara, y él me miró como si estuviese loca, menudo descubrimiento.
-Sé que no me crees asique abré la maldita puerta observba con cara de empanada como no estamos en el hotel, y despues quedaté en shock como hacen todos los humanos. O la criatura que seas tú- diijo el chico.
-Genial, voi a abrir la puerta y no me ovi a quedar empanada. Por cierto son humana por si te lo cuestionabas porque...
Mentira. Eso era una gran mentira. Hace menos de un minuto estaba en el hospital y ahora tenia una especie de internadao rodeado por un bosque. Intenté sin mucho exito que la boca se me cerrase pero no funcionó. Me giré atonita intentado preguntarle donde estabamos pero él ni se inmutó. Se giró ahcia el espejo y se empezó a retocar el pelo.
Me estaba volviendo loca. Cerré´la puerta i cuando la volví a abrir estabamos denuevo en el ajetreado hospital. Loca. Loca. Loca. Salí de el baño y me dirijí a la calle de enfrnete donde siempre pasaba algun coche o camión. Tube suerte, había mogollón de circulacion.
Estaba loca eso estaba claroasique ¿Para que vivir? Mis padres me habían abandonado, mi hermana estaba muerta y yo la veía, Leslan estaba en el hospital y noahbía nadie por el cual vivir. Nadie me necesitaba, yoahora era una don nadie.
Obsevé con lagrimas en lso ojos como los cohes pasabean. Me podría delante de uno y así terminaria para siempre con Terri Chaverry, una don nadie sin futuro.
Vi un camion girando por la rotonda, era mi oportunidad. Fui hacia la carretera y luego me puse en el carril de camion. al verme empezó a pitar e intentó frenar pero no podia desviarse, ahbía mucha gente. Cerré lo ojos esperando mi muerte.
Ya sentía el calor que desprendian los faros del camion cuando alguien me golpeó por el costado a partandome de la carrtera. Abrí los ojos i me encontré con un muchacho. Era alto, moreno y fuerte. Su expresion era de horror absoluto i no sabía porque. La que estaba aqui aterrorizada era yo no él.

-Terri-me dijo- no tte puedes suicidar. Mucha gente depende de tí.
-¿Quien eres?-pregunté.
-Tú angel, Terri.
-¿Quien depende de mí?- susurré incorporandome poco a poco.
La gente de al lado nos miraba incluso un señor pamayor dijo si estababien, si necesitabauna ambulancia. Estube apunto de contestarle: 'Una ambulandcia no, loq ue necesito es un loquero'.
-Mucha gente, gente como la que estaba en el internado. donde dentro de poco estarás tu tambien.

Capitulo 9

Una hora y media más tarde, Leslan y yo estábamos en el hospital. A él le metieron en una habitación para ponerle puntos en la cabeza y hacerle unas pruebas. Yo me tuve que quedar esperando en la diminuta sala de espera.

No podía parar de darle vueltas a lo que había ocurrido en el bosque. ¿En que se había metido Leslan? Si yo no sabía nada era  porque él se había metido en problemas peligrosos, no había más que ver su cara. Estaba tan nerviosa que no me pude quedar quieta. Salí a tomar el aire, entré, fui a la cafetería, volví a la sala de espera, pregunté a los médicos, salí a comprarme regalices, volví y pasadas dos horas, el médico me llamó.

-¿Terri Châverry?-asentí- Leslan Wood se encuentra en la habitación 218, le hemos tenido que sedar. Tiene dos costillas izquierdas movidas, le hemos puesto tres puntos en la cabeza y desinfectados las heridas. Tiene un traumatismo en la cabeza por lo que se va a quedar en observación un día. Luego se podrá ir a casa.

-¿Puedo ir a verle?

El médico asintió y yo salí disparada hacia la habitación de Leslan. Cuando llegué estaba sedado con la cabeza vendada. Me acerqué, le di un beso en la mejilla y le susurré que siempre estaría con él , pasara lo que pasara. Me senté en el sofá que había en la habitación. Eran las cuatro de la  madrugada, tenía sueño y aunque quise quedarme despierta para vigilar a Leslan, el sueño me ganó la batalla y me quedé dormida.

Al despertarme, Leslan seguía dormido. ¿Cómo podía  haberle hecho alguien algo así? Salí, tenía que ir al baño y no había en la habitación. Suerte para mí, estaba en frente de la 218, no dejaría mucho tiempo solo a Leslan. Entré y no había nadie, raro en un hospital tan transitado como aquel. Me miré en el espejo y no me reconocí. ¿Dónde estaba la coronada varias veces Reina de la Belleza? ¿Dónde estaba Terri, la chica perfecta? No sabía donde estaba pero desde luego ahí no. La chica que estaba ahí era una adolescente asustada, cansada de sufrir, sin metas en la vida, cuyo único pensamiento era como hacer sufrir al asesino de Melody y al matón de Leslan.

De repente las luces se apagaron. Tocando las paredes encontré el interruptor de la luz pero no funcionada. Genial, se habían fundido las luces. Sin poder ver nada conseguí encontrar el pomo de la puerta pero se había atascado. ¿Me podía pasar algo más?

-Hola Terri.

Reconocí al instante esa voz. El ángel. ¿Qué hacía aquí? ¿Cómo había entrado?

-¿Quién eres?-pregunté.

-Soy tu ángel, ya te lo dije.

-No te creo. ¿Porqué se han apago las luces y la puerta esta cerrada? Como no me abras la puerta voy a gritar.

-Grita-me desafió-nadie te va a escuchar. He insonorizado la habitación.

-¿No crees que la gente va a querer ir al baño y se van a dar cuenta de que esta atascada la puerta?

-Terri, no estamos en el hospital-me contestó riendose.

Capitulo 8

Corrí hasta mi casa, el último lugar donde había visto a Leslan. Me faltaba el aliento pero me daba igual, necesitaba hablar con él, pedirle perdón. Pero cuanto entré en mi casa no había nadie, estaba completamente desierta. Me hubiese gustado decir que no me lo esperaba, que tenía la certeza de que Leslan me estaría esperando en la puerta de mi casa con los brazos abierto, con aquella sonrisa que tanto me reconfortaba en los malos momentos, que cuando nos abrazásemos me susurraría que íbamos a salir juntos de esto, pero no era así.

La paciencia de Leslan tenía un límite y yo lo había superado. Tenía que buscarle. Ahora no me podía dejar tirada. Habíamos pasado muchos momentos duros y éste era otro que se uniría a la lista pero que también  lo superaríamos.

Crucé la calle y llamé a su casa pero nadie me abrió la puerta, le llamé al móvil y saltó el contestador. ¿Dónde se había metido?. Igual me había seguido y ahora se encontraba en el bosque. Era una remota posibilidad pero por lo menos tenía un lugar en el que empezar a buscar.

Me metí en el bosque gritando su nombre. No había respuesta, sin embargo tenía una corazonada. Algo me decía que Leslan se encontraba aquí, en medio del bosque, y que se encontraba en peligro. No tenía ninguna lógica que él estuviese en peligro ya que en este bosque no había ningún animal peligroso. A cada paso que daba aquella sensación incrementaba. Gritaba su nombre más y más alto pero no había respuesta.

Al no obtener ningún resultado opté por otra táctica, me agaché y permanecí en silencio. Si en diez minutos no escuchaba nada me iría. Los primeros cinco minutos fueron insufribles, tenía la certeza de que algo le estaba pasando a Leslan pero sabía el qué hasta que oí una voz.

-Recuerda, la próxima vez quiero más información, sino todo será mucho peor.

No reconocí la voz pero al oírla un escalofrío me recorrió el cuerpo. No se escuchó nada más y volví a grita su nombre aunque esta vez con resultado. De entre unos matorrales salió Leslan.

-¿Terri?-preguntó- ¿Eres tú?

-Sí, soy yo. Leslan siento haberme escapado, quiero que sepas que...

Cuando estaba suficientemente cerca de él, me quedé sin habla. ¿Qué le habían hecho? Tenía el labio inferior partido, el ojo derecho muy hinchado y de la cabeza le emanaba sangre. Cuando vio mi cara de espanto, agachó la suya.

-Leslan, mírame a la cara- pero no la levantó- ¿Quién te ha hecho esto?

-Nadie, te he ido a buscar y he tropezado.

No era tonta. Si te caías en el bosque como mucho te podías hacer un rasguño pero no se te partía el labio. A Leslan le habían pegado y seguramente tenía relación con el tipo que había hablado anteriormente.

Saqué un pañuelo y con cuidado intenté limpiarle algunas heridas. El la cabeza le tendrían que poner alguno puntos, pero eso no era lo que más me preocupaba. Por más que le mirase a los ojos, no me respondía. Tenía la mirada perdida, como si hubiese visto algo que no se podía quitar de la cabeza.

-¿Esto te lo han hecho por no dar mas información, verdad?-Pero Leslan no me  respondía-¿Qué información quiere?

Él siguió sin hacerme caso. Le abracé y empecé a llorar. Primero mis padres, luego mi hermana y ahora Leslan. Era más de lo que nadie podía soportar.

-Leslan...-susurré  con lagrimas en los ojos.

-Prométeme que pase lo que pase, siempre estarás a mi lado-contestó Leslan.

-Siempre-respondí.

Stoop

Bueno para no dejaros con la intriga y para que no pnseis que he ejado dee escribir os voi a decir que voi a estar unos dias, mui pocos, sin poner ningun capitulo.
La verdad esque mis amigas dicen que la historia va mui ráápido i tienen razóón pero no quiero que vosotras os aburrais sino pasa nada emocionante.
Asique voi a esperaar a quue me venga máás inspiracion para la historia i así de paso pienso como hacer lo de los capitulos i el ritmo de la historia.
Si tieenen alguna idea me gustaría oirlaa(:
Graciiias

Capitulo 7

Con remordimiento de conciencia me levanté del suelo. Tenía que pedirle perdón a Leslan por haberme comportado como una niña mimada. Había oscurecido pero todavía podía ver el camino de vuelta a mi casa. Me agaché un momento para atarme mejor los cordones de las zapatillas y cuando levanté la cabeza lo que vi me dejó petrificada. Un ola de frío me comenzó a recorrer todo el cuerpo. Solamente salió una nombre de mis labios:

-Melody.

Ahí estaba, otra vez más, mi hermana muerta. Tenía la piel más pálida de lo normal y no paraba de mirarme fijamente con aquellos ojos azules sin vida. Su pelo moreno no paraba de gotearle, mojándole la ropa con la que murió, vaqueros y sudadera roja. Los policías nos contaron que la encontraron muerta en el río, con una bala de pistola clavada en el corazón. Nunca supimos quien la había asesinado y por más que le preguntase a Melody ella siempre sonreía y negaba con la cabeza. ¿Significaba aquello que ella no quería que yo supiese quien la había asesinado? ¿Quería protegerme? Si esa era su intención, lo sentía mucho, pero le iba a encontrar e iba a acabar con ellos.

Di un paso quedando así más cerca de Melody. Era la primera vez en dos meses que no sentía miedo. Probablemente estaba loca, probablemente era la única persona capaz de ver a Melody, pero me daba igual. Mis padres me habían abandonado, mi hermana estaba muerta y en vez de ir a buscar a mi padres o al asesino de mi Melody, mi única preocupación era seguir siendo la chica más popular de la escuela. Era una cretina y eso se había acabado.

-Voy a encontrar a tu asesino y va a pagar por haberte quitado la vida-dije.

Con paso más decidido que nunca, me alejé. Pero la vos de mi hermana, con aquel tono de hermana mayor que siempre me irritaba, retumbó en el bosque.

-No va a hacer falta- me giré pero ella seguía de espaldas- Él ya te a encontrado- y desapareció.

Seguí caminando. Si estaba por aquí su asesino, genial, así por fin nos veríamos las caras.  Mentiría si dijese que no tenía miedo, pero no lo iba a mostrar. No había nada peor que se mostrara el miedo. Con la cabeza bien alta continué.

No le iba a contar nada de esto a Leslan, el pobre ya tenía varios problemas como para que yo le cargase con uno más. Le diría que me había ido a correr, le pediría perdon y todo volvería a la normalidad.

Capitulo 6

Mientras corría me puse a pensar en Leslan. Aquel osito de peluche siempre estaba cuando lo necesitaba, me ayudó con las apariciones de mi hermana, cuando me desmayé estuvo en todo momento conmigo, porque al fin y al cabo eso es lo que hacen los amigos, se apoyan y se protegen unos a otros; aunque uno de ellos esté loco, como era mi caso. Yo había sido una mala amiga para Leslan, él siempre me ayudaba y solo quería lo mejor para mí, pero yo no paraba de contestarle mal, de dejarle tirado, como en aquel momento.

Él me había dicho que era mejor que me quedase en casa por si que me volvían los mareos  y era verdad, ¿qué me pasaría si ahora me volviesen los dolores? Estaba en medio del bosque, corriendo, sin nadie a la vista en un radio de siete kilómetro. Leslan tenía razón, ir a correr sola había sido una mala idea.

Empecé a reducir la velocidad hasta casi pararme cuando me tropecé con una piedra y caí al suelo. Había oscurecido y se podían observar las primeras estrellas brillando por lo que permanecí en el suelo. Supuse que no tenía más que un rasguño en las piernas pues podía mover las dos sin dolor alguno. Tenía gracia, así había conocido a Leslan. Lo recordaba perfectamente.

Tenía doce años y acababa de mudarme. Era la chica nueva del colegio y quería causar buena sensación así que busqué pruebas a las que apuntarme. Una de ellas, la primera y la que más me gustó fue atletismo. El lunes siguiente eran las pruebas y había estado corriendo durante todo el fin de semana, superando mis records personales. Tenía todos los boletos para ganar y entrar en el equipo de atletismo.

Llegué prontísimo al colegio, me dirigí al estadio y no paré de correr hasta las doce, la hora de las pruebas. Me había perdido las clases pero no me importaba.

A la hora acordada todos los participantes comenzaron a llegar, hasta que vino el señor Saunders y todos nos pusimos en nuestras marcas listos para correr.

Antes de que dieran el pistoletazo de salido miré a mis compañeros pero nadie me llamó la atención excepto el chico que tenía al lado. Sabía que se llamaba Leslan, pues las chicas que tenia al lado no paraban de hablar sobre él. Era altísimo, moreno y tenía los ojos más bonitos que había visto nunca.

-Hola-me dijo.

Sonreí como una idiota, lo cual me despistó cuando dispararon la pistola que nos daba la salida. Todos habían salido y yo seguía ahí parada. Para cuando me di cuenta, el resto me sacaba mucha ventaja pero yo corrí con todas mis fuerzas; no había estado entrenando todo el fin de semana para nada. Y si me quería hacer un hueco en el colegio necesitaba quedar la primera de las chicas, cosa que veía muy difícil. Leslan iba en cabeza con un ritmo muy rápido, tenía la plaza asegurada.

Adelanté a las chicas más rezagadas que aún llevando solo dos minutos corriendo ya estaban rojas. Corría y corría y seguía adelantando a gente hasta que tropecé con el cordón del zapato que se me había soltado. Caí al suelo y por más que intentase levantarme no podía. Me había retorcido el tobillo. Todos me adelantaron y el señor Saunders me gritó que no me moviera que solo faltaba una vuelta para que se acabase la carrera. Él no podía entrar en la pista sino haría que algunos corredores bajasen su marca. Me quedé ahí esperando con el tobillo retorcido, echa un ovillo mientras veía corredores adelantándose unos a otros.  

Estaban todos menos uno, Leslan. ¿Dónde se había metido? ¿Había ya acabado al carrera? Eso era imposible, yo me había tropezado cerca de la línea de meta y él no había pasado por ahí. Entonces entre suspiros alguien me dijo:

-¿Estas bien?

Era él. Leslan. Todavía no había acabado al carrera sin embargo se había parado a ayudarme. Yo asentía en señal de estar bien. El señor Saunders  no paraba de gritar a Leslan que volviese a correr, que iba a perder su plaza pero él en vez de continuar corriendo me ayudó a levantarme y juntos fuimos a la enfermería.

Por el camino ninguno hablamos pero cuando llegamos la enfermería no pude soportarlo más.

-¿Por qué te has parado? Ibas ganando y tenías la plaza asegurada y…

-Da igual, es solo eso, una plaza. Tú necesitabas ayuda y yo te ayudé. Siempre te ayudaré, tenlo en cuenta.

Al principio me resultó muy raro, ¿nos acabábamos de conocer y me iba ayudar siempre? Pero así fue. Una semana más tarde nos apuntamos a las pruebas yo de animadora y él de rugby y ambos lo conseguimos. Así comenzó nuestra amistad, incluso entonces Leslan me ayudaba.

Capitulo 5

Al despespertame me dí cuenta de que ya no estaba en la enfermería. estaba en un cuarto rosa, en una cama de sabanas rosas, con un cuadro de Marilyn Monroe, muchos maquillajes y fotos de Lelan y yo haciendo el bobo; estaba en mi cuarto. Cómo había llegado hasta ahí solamente una persona lo sabía, un persona que en ese moemnto me miraba como si tuviese la peste i que llevaba tantos cafés encima que no iba a conciliar el sueño en mucho tiempo. Leslan.

-¿Qué?-pregunté.
-¿Qué? ¡Qué! ¿Qué?-contestó Leslan gritando cada vez más-¿Enserio que 'Qué' es lo único que se te ocurre?

<<Madre mía-pensé- esto suena a discurso maternal>> Cerré los ojos y Leslan siguió con su discurso diciendo que si le había asustado, que no se lo volviese hacer... Sí me lo pedían lo podia repetir. Mi madre me echaba el mismo discursito cuando hacía algo que no devía. Mi madre. Mi padre. <<¿Qué estarán haciendo ahora?>> No sabía nada de ellos desde la muerte de mi hermana. Los hechaba de menos. Nada ni nadie podía reemplazar el amor de mis padres.
Una lagrima cayó por mi cara pero no duró mucho pues Leslan la apartó enseguida, como intentaba hacer siempre con mis problemas.

-Oh, vamos. Sabes que lo que te digo es para protegerte-se disculpó.
-Lo sé-respondí levantandome de la cama- Tranquilo, es solo que todo esto me supera; lo de mi hermana, mis padres y el ángel ese o lo que sea...
-¿Angel? ¿Qué ángel?
-Nada; segurametne fueron imaginaciones mías.

<<Un ángel,¿Quien cree en los ángeles?>>me dije. Me empezé a vestir con ropa de calle, necesitaba correr un rato. Cuando corría sentía qu podía escapar de mis problemas; cuanto más rapido corría mas atras los dejaba.

-Es mejor que hoy no corras, igual te vuelve el amreo-me aconsejó Leslan.

Pero como hacía siempre no le escuché, cojí las llaves y salí de casa.  La calle esta repleta de gente, sobretodo de niños que, con el buen tiempo, habían salido a jugar. Sentía envidia por ellos, aquellos niños pudieron tener una infancia. En cambio yo en mis diez primeros años de vida me pasé de una casa en otra sin parar, sin poder jugar en la calle, sin tener amigos, sin tener infancia...Hasta que me mudé aquí y encontré a Leslan, al cual siempre trato fatal. Nose porque sige siendo amigo mio despues de todo.
Comencé a correr y a adentrarme en el bosque, cada ves mas lejos de mi casa, de Leslan, de las nimadoras, de todo.Corría cada vez mas rapido; la idea de alejarme de ese estúpido pueblo me animaba a acelerar mi marcha.

Imaginacion al poder.

Si, si, si, si me siento inspiradaa iesque bueno...
Primero el capitulo cinco ya esta escrito lo publicaréé...mañana?
Enfin quería decirles que haber uqe les parecería si en algun capitulo pusiese alfondo una canion que me recordase a lo que estan pasando los personjes...
asi como una banda sonnora... JaJa
Digamene eso i buon aver que les parece mi historia...
PD:/ white_demon graciias por segiirmeee (:
i bueno a las uque comenta tnbnn!
LesQuieroooooooohhh Mis angeles (sisi tien apellidos las segidoraas) : D

Capitulo cuatro.

-Terri-susurró alguien- Cariño tienes que levantarte ya.

Era la voz de una mujer. Una voz que podía calmar al más nervioso, ¿dónde había estado esta señora momentos antes? Abrí los ojos y vi a la señora Wright con su gorrito de enfermera que tanta gracia me hacía.

-¿Estas mejor?-me preguntó y yo asentí- Nos has dado un buen susto a todos, sobre todo a Leslan. Casi le tengo que traer otra camilla.

<<¿Camilla?>> pensé. La señora Wright debió de notar la confusión en mi cara porque me empezó a explicar lo que había pasado. Después de montar el espectáculo del patio me desmayé. Trajeron una camilla para llevarme a la enfermería pero cuando me estaban subiendo abrí los ojos repentinamente. Los tenía completamente blancos y empecé a hablar en otro idioma que nadie conocía, parecía que estaba poseída dijo la señora  Wright. Genial, nadie iba a olvidar esto en mucho tiempo. Si quería no pasar desapercibida lo había conseguido.

Oí a dos personas al fondo del pasillo gritando. A uno lo reconocí a la primera por sus múltiples tacos, Leslan.

-Está intentando pegarse con alguien, así tendrá alguna herida y podrá entrar en la enfermería. Pero nadie quiere pelearse con él-Me explicó la señora Wright .

Se empezó a alejar y a recoger sus cosas. Me explicó que tenía que irse a hacer unos recados pero que enseguia veía. Apagó todas las luces y permanecí en la camilla escuchando los gritos e insultos de Leslan. Todo estaba en calma hasta que empezé anotar un fuerte dolor en los omoplatos . Empezé a llamar a la señora Wright y a Leslan pero nadie me oía. El dolor cada vez era mas insoportable. Era como si me estuviesen arrancando la piel a tiras.

Comencé a chillar de dolor pero adie vino a socorrerme, parecía que la enfermería estaba insonorizada. Alfinal Leslan se dió por vencido y se fue. Ahora si que no había nadie queme pudiese ayudar.

-Tranquila proto se te pasará-dijo una voz masculina.

Quise abrir los ojos para ver quien era pero el dolor no me lo permitió.¿Quien era él? Su voz parecíade aluien joven, podría ser algien del instituto, ¿pero quien? ¿Porqué él había entrado y Leslan no? Quise preguntarle todo pero me impidió articular palabra.

El chico me puso una mano en el hombro y la otra la entrecruzó con la mía.

-Cuando los dolores e vengan másfuerte aprietame la mano.

Efectivamente notécomo si me arrancasen otra tira de piel y a la vez que gritaba, areté suu mano. Se la apreté con mucha fuerza pero élno parecía notarlo.Poco a poco lo dolores cesaron. ¿Que me había pasado? ¿Teníarelación con lo de antes?

-¿Quien eres?-pregunté

-¿Crees e los angeles?-me contestó. Yo negé, nadie crreía en eso- Pues deverías empezar a creer.

Conesa respuestase fué. Me dejó ahí,en la camilla con mil y una preguntas por hacerle.

Capitulo 3

-¿Qué? No me podéis echar –contesté nerviosamente- es todo una mentira. Sabéis perfectamente que el equipo lo es todo para mí.

A parte de que el equipo de animadoras me gustase, yo sin él no era nadie en este instituto. Sin él yo era una simple estudiante y eso no podía pasar. Mi hermana había sido una autentica leyenda en el instituto y yo tenía la labor de continuar aquello.  Yo también tenía que dejar huella y así que la familia Châverry fuese recordada por siempre. Sin embargo si me echaban del equipo de animadoras jamás me recordaría.

            -Vamos chicas- continué- no me podéis echar. Sabéis perfectamente que esos síntomas son por la muerte de mi hermana y el abandono de mis padres. Mi vida desde entonces no ha sido la misma y...

-         No hay excusas- me cortó Chelsea- Por favor no hagas esto más difícil. Vete al baño y quítate el traje de animadora.

-         Es que no he traído ninguna ropa más...- dije en un susurro.

-         Bueno pues mañana tráelo en una bolsa. Pero hoy no te puedes sentar con nosotras en la mesa- contestó mientras se iban todas las animadoras.

La reina había sido reemplazaba por una seguidora y obligada a pasar el resto del curso escolar desapercibida. Creía que ya nada podía ir peor pero una vez más me equivocaba. Cuando las animadoras se marcharon y me dejaron sola en medio del patio, no me hizo falta girarme para saber que el instituto entero esperaba impaciente mi reacción.

Casi pude notar sus despreciables risas y oír sus más horribles comentarios y burlas. ¿Se meterían conmigo a partir de ahora? ¿Ya no me tendrían respeto como me lo tenían cuando era animadora? Sentí como poco a poco mi respiración se iba acelerando. Con cada gesto, con cada mirada de la gente mi ritmo respiratorio aumentaba.

Sabía que las fuerzas me iban a fallar enseguida y que seguramente me caería de un momento a otro. Caminé hasta el árbol más cercano y me apoyé. Las piernas me temblaban tanto que parecía un flan. No iba a aguantar mucho tiempo de pie pero no podía desplomarme en medio del patio., ya estaba montando demasiado espectáculo.

Seguía hiperventilando y cuando noté que las rodillas me cedían al fin, Leslan me cogió por los codos. Estaba frenético, histérico. Mientras me sujetaba para que no me cayese gritaba  al equipo de fútbol que buscasen ayuda. No me quitaba los ojos de encima y me decía cosas que por más que lo intentase no escuchaba. Únicamente estaba tratando de que el aire me penetrase en los pulmones.<<Me voy a morir>> pensé. Era el único pensamiento que no paraba de pasarme por la cabeza.

Antes de que me diese cuenta estaba tumbada en el suelo con muchos alumnos expectantes haciéndome corro y dos profesores. Uno me intentó tranquilizar y el otro intentó dispersar a los alumnos; ninguno lo consiguió. Cada vez la sensación de agobio era mayor, de no poder respirar. Era como si me estuviese bañando en un mar revuelto; tenía el cuerpo dentro y la cabeza fuera del mar. Podía respirar pero solo cuando las olas cesaban y no era muy a menudo. Tenía menos tiempo para respirar, pues el espacio entre ola y ola iba disminuyendo.

Agarré la mano de Leslan y la apreté con todas mis fuerzas. Era la mejor forma de que me quedase con él, aquí en el instituto, y que el mar revuelto no me engullera definitivamente.

¿Afiliamos?

Bueno para la gente que me quiera afiliar les dejo esto:

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Capitulo Dooos (:

Cuando me desperté, Leslan me estaba mirando detenidamente. Quise dale los bueno días y preguntarle que tal había dormido ya que rara vez Leslan se levantaba antes que yo, pero él comenzó a hablar primero:

            -¿Qué tal has pasado la noche? Te has movido mucho.

            -Bien y lo siento. Últimamente lo hago con demasiada frecuencia.

            -Me puedo imaginar la razón.- dijo o eso entendí porque lo dijo excesivamente bajo.

            -¿Cuánto tiempo tengo antes de que vayamos al instituto?

Leslan estalló en carcajadas. Al principio no lo comprendí pero al mirar el reloj vi qué le hacía tanta gracia. ¡Eran las diez de la mañana! Me había quedado dormida y él no me había despertado.

            -Después de lo que pasó ayer no me parecía apropiado que hoy fueses al colegio- se justificó.

<<Yo lo mato>> pensé. Me levante y con la mayor rapidez que pude me vestí. Cuando salí del baño Leslan continuaba en la misma posición.

            -Vamos Leslan, cámbiate-dije.

            -Si yo me vestiría pero hay un problema, solo vine con la ropa de entrenar. No tengo nada para cambiarme.

Parecía que hoy no iba a se mi día. Al final Leslan se puso su ropa de entrenar aunque solo temporalmente ya que tuvimos que parar en su casa para que se cambiase. Cuando llegamos al instituto, los demás alumnos acababan de salir de las clases para su media hora de  descanso.  Vi a las animadoras y me dirigí; Leslan hizo lo mismo pero hacia los jugadores. Toda la gente nos miraba cuando pasábamos, nada fuera de lo normal, sin embargo esta vez cuchicheaban entre ellos o dejaban de hablar.

Al llegar a las animadoras, Chelsea, mi supuesta mejor amiga comenzó a hablar. En realidad no me caían muy bien pero hacía el papel.

            -Nos hemos enterado de lo tuyo, de echo toda la escuela lo sabe. Es mejor que empieces a hablar.

<<¿De qué hablaba?-pensé- ¿De que se ha enterado toda la escuela?>>

            -No te quedes callada, cuéntanoslo- continuó Chelsea- Sabemos lo de tu embarazo.

            -¿Qué embarazo?-pregunté. Cada vez me sentía más estúpida y confusa.

            -Hoy has faltado las dos primeras horas porque Leslan y tú habéis tenido que ir al ginecólogo y después a hacerte una ecografía para ver al niño- me respondió Amira, la animadora más torpe.

Estaba alucinando. ¿Quién se había inventado semejante rumor? Yo no estaba embarazada, eso estaba claro. Era virgen e iba a seguir siéndolo hasta que encontrase a mi príncipe azul. Aunque también era verdad que los alumnos del instituto se pensaban que Leslan y yo lo habíamos echo el año pasado, después del baile de primavera.

            -¿Cómo sabéis que supuestamente estoy embarazada?

            -Bueno porque últimamente vienes con cara de cansancio al instituto, tus notas han bajado ,Kenniky ha dicho que te han crecido las tetas y has engordado – dijo Chelsea- Además te han visto comprando ropa para bebé y mirando cunas.

La verdad era que la gente tenía mucho tiempo libre y mucha imaginación.

            -Eso es mentira. Os lo habría contado, para eso somos amigas, ¿verdad?-dije.

Ninguna respondió, pero pude ver en sus caras que no me creían. Alexandra la co-capitana del equipo de animadoras dio un paso al frente y mientras me miraba fijamente dijo sin remordimiento alguno:

            -Terri, estás fuera del equipo.



Opineen que les parecee o si publico mucho texto o si no entienden algo siih?