capitulo 12

No lo hize. Me quedé sentada en el banco enfrente del hospital. No me quería ir, quería solucionar las cosas. Si encontraba a mis padres y vengaba la muerte de mi hermana, quizás podríamos seguir siendo una familia normal. Si me quedaba, salvaría a Leslan de aquello que lo atormentaba. Si me quedaba, igual me rearmitirían en el grupo de las animadoras. Si me quedaba, quizás el tío que se hacía pasar por mi ángel me dejaría en paz. Si me quedaba, podría encontrar alguna respuesta al intento de suicidio no deseado. Tenía más razones para quedarme que por las que huir.

-No te puedo acompañar a casa-dijo Leslan- Solo te diré que estas en peligro y nos tenemos que marchar.

¿Qué estaba en peligro? Tenía gracia que te lo advirtieran después de casi suicidarte. De todas formas me levanté. No iba a ir a casa pero si Leslan me veía andando igual pensaba que iba a casa.
Pasada medianoche, apenas había nadie por las calles. Deambulaba entre callejuelas oscuras que jamás había visto. Estaba oscuro, muy oscuro, apenas veía nada y me había perdido. Perfecto.
Oí pasos; no eran muchos pero si como si fuesen un grupito de tres o cuatro personas. Me dieron igual hasta que empezaron a gritar:

-¡Ahí está! ¡Correr! ¡Tenemos a un Alas Blancas!

Estaba claro que era por mí pues no había nadie más en toda la acera. Me quedé quieta, pertificada, no sabía que hacer. cuando se acercaron pude distinguir  sus siluetas, eran tres. Eran muy musculosos y parecían torres andantes. No tenía nada que hacer contra ellos.

-Si te portas bien no te pasará nada.

<<Sí claro, y si me tiro por una ventana volaré>> pensé. Me pusieron un saco en la cabeza, tapandome. comencé a gritar. Llamé a Leslna, pedía ayuda, socorro, incluso llame al ángel. Tenía miedo, no sabía a donde me llamaban. Supuse que esto era a lo que se refería Leslan con lo de que estaba en peligro.

-Un Alas Blancas-no paraba de repetir uno-tenemos a un Alas Blancas.

¿Un Alas Blancas? ¿Qué era eso? Yo era humana o eso creía. <<...Y después quedate en shock como hacen todos los humanos. O la criatura que seas>> El chico que decía ser mi ángel me lo había dicho. me había insinuado que noe ra humana, pero eso era imposible, no existían los seres magicos. Eran eso magicos, mitos, leyendas, mentiras...
Sin que me dieran tiempo uno de los tipos me quitó la capucha. Eran dos tíos poco mayores que yo, el tercero estaba conduciendo la camioneta. Uno de mis ''acompañantes'' era negro y no paraba de frotarse las manos, parecía nervioso. El otro en cambio parecía contento y relajado.
Sin enbargo los dos cambiaron de cara. El chico negro tenía cara de horror y el otro parecía mas contento que nunca. Los dos habían camibado sus caras cuando me vieron. Nadie dijo nada en lo que ami me pareció una eternidad hasta que el tercer chico miró por el retrovisor y susurró:

-Dios mío...