-¿Qué? No me podéis echar –contesté nerviosamente- es todo una mentira. Sabéis perfectamente que el equipo lo es todo para mí.
A parte de que el equipo de animadoras me gustase, yo sin él no era nadie en este instituto. Sin él yo era una simple estudiante y eso no podía pasar. Mi hermana había sido una autentica leyenda en el instituto y yo tenía la labor de continuar aquello. Yo también tenía que dejar huella y así que la familia Châverry fuese recordada por siempre. Sin embargo si me echaban del equipo de animadoras jamás me recordaría.
-Vamos chicas- continué- no me podéis echar. Sabéis perfectamente que esos síntomas son por la muerte de mi hermana y el abandono de mis padres. Mi vida desde entonces no ha sido la misma y...
- No hay excusas- me cortó Chelsea- Por favor no hagas esto más difícil. Vete al baño y quítate el traje de animadora.
- Es que no he traído ninguna ropa más...- dije en un susurro.
- Bueno pues mañana tráelo en una bolsa. Pero hoy no te puedes sentar con nosotras en la mesa- contestó mientras se iban todas las animadoras.
La reina había sido reemplazaba por una seguidora y obligada a pasar el resto del curso escolar desapercibida. Creía que ya nada podía ir peor pero una vez más me equivocaba. Cuando las animadoras se marcharon y me dejaron sola en medio del patio, no me hizo falta girarme para saber que el instituto entero esperaba impaciente mi reacción.
Casi pude notar sus despreciables risas y oír sus más horribles comentarios y burlas. ¿Se meterían conmigo a partir de ahora? ¿Ya no me tendrían respeto como me lo tenían cuando era animadora? Sentí como poco a poco mi respiración se iba acelerando. Con cada gesto, con cada mirada de la gente mi ritmo respiratorio aumentaba.
Sabía que las fuerzas me iban a fallar enseguida y que seguramente me caería de un momento a otro. Caminé hasta el árbol más cercano y me apoyé. Las piernas me temblaban tanto que parecía un flan. No iba a aguantar mucho tiempo de pie pero no podía desplomarme en medio del patio., ya estaba montando demasiado espectáculo.
Seguía hiperventilando y cuando noté que las rodillas me cedían al fin, Leslan me cogió por los codos. Estaba frenético, histérico. Mientras me sujetaba para que no me cayese gritaba al equipo de fútbol que buscasen ayuda. No me quitaba los ojos de encima y me decía cosas que por más que lo intentase no escuchaba. Únicamente estaba tratando de que el aire me penetrase en los pulmones.<<Me voy a morir>> pensé. Era el único pensamiento que no paraba de pasarme por la cabeza.
Antes de que me diese cuenta estaba tumbada en el suelo con muchos alumnos expectantes haciéndome corro y dos profesores. Uno me intentó tranquilizar y el otro intentó dispersar a los alumnos; ninguno lo consiguió. Cada vez la sensación de agobio era mayor, de no poder respirar. Era como si me estuviese bañando en un mar revuelto; tenía el cuerpo dentro y la cabeza fuera del mar. Podía respirar pero solo cuando las olas cesaban y no era muy a menudo. Tenía menos tiempo para respirar, pues el espacio entre ola y ola iba disminuyendo.
Agarré la mano de Leslan y la apreté con todas mis fuerzas. Era la mejor forma de que me quedase con él, aquí en el instituto, y que el mar revuelto no me engullera definitivamente.
Ole!
ResponderEliminarHoy en mi blog podrás escuchar una preciosa canción; espero qe te pases y qe te guste. Me seguis? TE ESPERO!
http://kheii364.blogspot.com/
Cada vez estoy más enganchada a esta historiaa!
ResponderEliminarMe ha costado ponerme al día con ella pero lo he hechoo!
En serioo nunca te has presentadoa un concurso de relatos ni nada¿?
Estoy esperando el proximo capítuloo!
Rápido^^
MXS BZS**
Irina publica pronto pliss q me tiene mui enganxada la historia :)
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