jueves, 29 de septiembre de 2011

Capitulo 23.

Asentí. Mi tía Helen, aunque dudaba seriamente de que fuésemos parientes, no se me acercó en ningún momento, ni hizo ninguna mención especial. Se limitó a dar la clase, ecuaciones químicas. No era por echarme flores, pero se me daba bastante bien asíque no presté mucha atención. Aunque hubiese querido, no hubiese podido, Brutus era tan alto que tapaba la mayoría de la pizarra.
Observaba cada movimiento de mi tía Helen. Actuaba con tal anturlidad que parecía que llevaba dando clase toda su vida. Al principio no lo entendí pero luego caí en la cuenta. Mi tía no era fotógrafa, como me había echo creer, cada vez que se iba era para dar clase, por eso apenas estaba en casa. Que ingenua había sido, Leslan y mi tía me habían mentido, el único que me había dicho la verdad era Khalil. Tenía que dejar de pensar en él, era lo único que hacía.


-…Entonces tenemos que poner un tres como coeficiente estequiométrico para que haya el mismo hidróxido de calcio en un lado y en otro-explicó la Tía Helen- Con esto terminamos por hoy. Terri, tú, quédate un momento.

Ojala no se hubiese dado cuenta de que no estaba prestando atención. Lo que menos necesitaba ahora era estar castigada.

-¿Qué tal vas en el Internado?-me preguntó.
-Me esta constando un poco acostumbrarme-admití sinceramente- pero por lo demás bien.

Ella recogió sus libros y juntas esperamos a que todos los alumnos se fuesen.

-¿Cómo vas con Khalil?-dijo señalando al fondo del pasillo donde él se encontraba.
-Bien pero a veces reñimos un poco.
-Ten paciencia, puede ser un poco conflictivo pero es buen muchacho aunque no lo quiera admitir.

Asentí, supongo que si ella decía que era un buen chico sería por algo, aunque conmigo jamás había mostrando esa faceta. Khalil me vio y comenzó a acercarse.

-Que sepas que sigo siendo tu tía, así que cualquier cosa puedes venir a hablar conmigo cuando quieras-me aconsejó- bueno, ya os dejo solos.

Se alejó y la miré sonriente. Puede que no me hubiese dicho toda la verdad, pero era mi tía y eso era lo que contaba. Khalil pasó a mi lado, sin saludarme ni mirarme. Le seguí. Mientras caminaba detrás suya me fijé en que llevaba el cinturón que me prestó el primer día. Supuse que había entrado en mi habitación y lo había cogido. Dormíamos en habitaciones distintas pero tenían una puerta que nos unía por si me pasaba algo.

martes, 27 de septiembre de 2011

Capitulo 22.

Levanté la cabeza y me encontré con Brutus, el chico que me había recogido el cuarto. Le saludé con una sonrisa y él señaló la mesa donde estaba sentada.

-Es mi sitio-dijo.

Me levanté enseguida y me quedé en medio de la clase de pie. Todavía faltaba gente asíque quedaban asientos libre pero no sabía cuales estaban ocupados y cuales no.

-Este de atrás-dijo Brutus señalando el asiento de detrás suya-está libre.
-Gracias-dije mientras me sentaba.

Brutus se giró y me miró.

-Una semana interesante ¿eh?
-Ni te lo imaginas.
-Tranquila-me consoló- todos hemos pasado por esto y al final terminas acostumbrándote.

Brutus era bastante majo. Primero me compró ropa nueva y para ser un chico tenía bastante buen gusto y ahora se preocupaba por mi semana. Ya podía ser así Khalil, pero no, él era frío, distinte, egocéntrico y borde. Se creía que todo giraba entorno a él. Aunque poco a poco me iba acostumbrando al carácter de Khalil, para ello solo había que no tomarse a pecho todo lo que decía.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?-le pregunté.
-Este es mi quinto año-dijo orgullosamente.

Parecía que Brutus y yo podríamos ser buenos amigos. Él parecía tener los pies en la Tierra y no ser el típico que se dejaba llevar por el resto, que solo pensaba en lo que el resto decía pero me equivoqué. Cuando la mayoría de los alumnos se sentaron, entró por la muerta una morena que dejó sin aliento a todos los chicos. Se sentó al lado de Brutus y, literalmente, se lo comió a besos. Más que amor, aquello parecía exhibicionismo. Si La Morena quería dejar claro que Brutus era suyo, lo hizo. Los chicos la miraban con deseo, las chicas con odio. Cuando dejaron de montar el espectáculo, Brutus se giró y me la presentó:

-Es Chanel, mi novia.

<<Fíjate, no me había dado cuenta de ello>> Chanel me echó una mirada de superioridad que me hizo sentir insignificante. Tenía la sensación de que tampoco le caía muy bien.
Cinco minutos más tarde entró la profesora, hasta que no me miró a los ojos no la reconocí. Era mi tía Helen, ella era mi profesora de química. Ahora entendía la gracia que se había pegado Khalil.

-Tía Helen…-dije en un susurro apenas audible.
-¿La conoces?-preguntó Brutus.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Capitulo 21.

-¿Tenéis servicio de habitaciones?-pregunté desconcertada.

-No-dijo rotundamente.

Derepente salió del baño un chico rubio. Le miré sin entender anda, ¿era él queien me había organizado todo esto?

-Entupido fuera de aquí-dijo Khalil.

El chico rubio se acercó a mi, sin hacer caso a Khalil. Cuando se acercó lo suficiente, me di cuenta de que tenía tatuado 2 líneas negras debajo de sus ojos verdes. Era un Serc. Se presentó como Brutus al tiempo que alargaba la mano para saludarme. Dude un minuto en dársela pero luego recordé que los Sercs solo te mataban tocándote mucho.

-Terri Chaverry-dije estrechándole la mano- ¿Has hecho tu todo eso?
-Sí,¿te gusta?-asentí- No sabia como organizarte la ropa…
-Que te vayas-dijo Khalil.

Brutus se giró y miró directamente a Khalil. Los dos tenían una expresión seria, de tensión. Hubo un momento incomodo de silencio. Gracias al cielo, Brutus rompió el silencio, aunque lo que dijo no hizo que las cosas mejoraran mucho:

-Me iré si ella quiere que me vaya.

Los dos se giraron y observaron mi reacción. ¿Qué se suponía que tenía que decir? Si decía que no me importaba que Brutus se quedara, Khalil se iría y viceversa. O me quedaba con mi guardaespaldas borde o con un chico que me había arreglado el cuarto y no conocía de nada. Decidí la opción mas fácil aunque también la mas cobarde.

-Prefiero estar sola.

Los dos se fueron a regañadientes. Estando sola, abrí todos los cajones. Había de todo, parte era ropa mía y otra era completamente nueva, incluso un uniforme nuevo que parecía de mi talla. Lo que mas me sorprendió fue el cajón lleno de chocolates, había tabletas y tabletas. Cogí una tableta al azar y me metí en la bañera. No salí en toda la tarde.



Me dirigí junto a Khalil a la última clase del día, química, que por suerte era algo que se me daba bien. El resto de clases habían sido desastrosas. Khalil me había acompañado a todas y, aunque era un poco estresante tener a alguien detrás todo el rato, lo agradecí pues no tenía ni idea de donde se daban las clases.

-¿Sabe mi tía Helen que estoy aquí?-pregunté de repente.
-Sí-se alejó riendo al gimnasio.

No sabía que le encontraba de gracioso a la pregunta. Quizás mi tía estaba preocupada en casa mientras que yo estaba dando química en un instituto dejado de la mano de Dios.

-Hola-dijo alguien amablemente.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Capitulo 20.

Khalil me enseñó los alrededores. Lo primero que vimos fue el bosque, o más concretamente, el principio del inmenso bosque que cubría el internado entero. Iba a resultar complicado buscar a Leslan dentro de tres días entre tantos árboles. Anduvimos un poco más y nos encontramos con un lago. Era precioso, con un agua cristalina que embobaba. Volvimos al internado y Khalil me enseño el gimnasio.

-Aquí es donde nos entrenan a los guardaespaldas.

Deli y James estabas haciendo pruebas físicas. Corrían de un lado a otro, saltaban vallas, subían cuerdas, aunque de vez en cuando se paraban y se besaban. Quedaba bien claro que estaban enamorados. Khalil se acercó a Sam, que estaba sentada en un banco. Supongo que le preguntó que tal estaba pues ella se levantó la camiseta por el costado y le enseñó a Khalil la venda que le cubría todo el costado. Él le puso la mano en la pierna, consolándola. ¿Estaban saliendo? Bueno, la verdad es que pegaban como pareja. Él era bobo y ella sosa.
Khalil se levantó y volvió a la entrada donde yo me encontraba. Nos dirigimos en silencio al interior del internado. Sin haberme dado cuenta se había pasado la mañana.

-¿Por qué necesito guardaespaldas?- pregunté mientras subíamos las escaleras. Le costó responder. Supongo que se estaba planteando decirme la verdad o no. Al final contestó con plena confianza:

-No losé. Por cierto, no me va la pederastia-dijo seriamente.
-¿Qué?- no sabía a que se refería.
-Con Sam, antes. Nos has mirado…-se rió- No me va la pederastia, solo eso.

¿Tan transparente era que todo lo que pensaba lo descubría?

-Sam tiene 16 y yo 19.
-Me da igual que salgas con Sam o no-dije pasivamente.
-Todas las chicas se mueren por mi y tu no vas a ser una excepción.

Khalil tenia la autoestima muy alta, eso había quedado claro. Pero nos conocíamos desde hacía pocos días, ¿Cómo me iba a morir de amor por él? Entramos en mi habitación y todo estaba perfecto. LA cama estaba hecha y al mirar en los cajones encontré ropa, mi ropa.

-¿Tenéis servicio de habitaciones?-pregunté desconcertada.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Hola de nuevo(:

Siento haber dejado la historia aparcada pero no he tenido tiempo.
LA verdad esque en vernao teniapensado escribir mucho i casi temrinar el libro pero hubo unos problemillas i lo deje de lado. Que sepais que tengo mucho escrito pero en un cuaderno i me da mucha pereza paasrlo al prdenador peor cuendo pueda lo haré, i sobretodo dar las gracia a las apersonas q me siguen i q me leen :D