Qué vergüenza; con él nunca acertaba. Le seguí por el internad. No sabía por donde ni a donde íbamos, pero los pasillos eran preciosos. Todo en el interior simulaba un castillo medieval. Si la gente se vistiese de época, me hubiese creído que estábamos en otra, pero por allí no había nadie.
-¿Porqué no hay nadie aquí?-le pregunté.
-Han sido desalojados-contestó seriamente- Recibimos una amenaza de los Alas Negras y por sus seguridad los alumnos se fueron.
-¿Qué es un Alas Negras?
Se rió como si le hiciese gracia el simple hecho de preguntarlo. Para él parecía obvio lo que era, pero para mí las palabras Alas Negras, Alas Blancas, Blatos o drogadoras no significaban nada. Khalil siguió caminando, aparentando no haber oído mi pregunta. Bajamos, por lo menos, tres pisos y luego llegamos a lo que parecía la planta principal, pues allí se encontraba la puerta por la que había entrado al internado la noche anterior.
-Buenos días, Director-saludó Khalil a un hombre bajito, regordete y serio que, al parecer, era el director del centro.
-Hola Khalil, Terri-nos saludó- soy el Director Spencer. Tengo mucho trabajo, pero quería darte la bienvenida al Internado Gester y desearte que te sientas como en casa. Veo que ya conoces a Khalil así que las presentaciones son innecesarias- conocer no se si era la palabra que yo hubiese escogido- Será tu guardaespaldas durante tu estancia en el centro.
Con la noticia de que el Señor Ego y yo íbamos a pasar mucho tiempo juntos, se fue. Nos dejo en medio de la entrada a solas.
<<Vamos a desayunar>> dijo Khalil. El comedor era grande, había muchas mesas, todas ellas redondas y 6 puestos llenos de comida. Estaban distribuidos de tal manera que todas las mesas tenían uno cerca. En los puestos había de todo: bollos, cereales, galletas, fruta, zumos, leche… Khalil cogió un plato y comenzó a servirse, yo hice lo mismo en silencio. Cuando él terminó de poner comida en su plato se sentó en la mesa más cercana, yo continúe echándome comida, apenas había llenado mi bol de cereales. Terminé y me senté enfrente suya, pero no reparó en mi presencia. Me fijé en como comía y me hizo gracia pues me recordaba a Leslan.
-¿Qué quieres saber?-pregunto rompiendo el silencio.
-¿Dónde estamos?
-Instituto Gester, Tosc. Una isla perdida en el culo del mundo, no sale en mapas-contesto mirándose las uñas- Solo se puede acceder através de portales. Y sí, el baño del hospital es uno.
<<Respira hondo, Terri, vas a pasar mucho tiempo con él>> me dije. Desde que le había conocido no había sido amable conmigo ni un minuto. Si le preguntaba algo siempre o se miraba las uñas o se retocaba el pelo, como si pasase de todo, como si yo le hubiese echo algo.